Algunos colaboradores experimentan el “síndrome de burnout”, afectando su vida profesional y personal.
La salud mental es un estado de bienestar en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad; de acuerdo a la definición de la Organización Mundial de la Salud.
Por otra parte, podemos identificar la importancia del trabajo, el cual es producto de conocimientos y práctica, acompañados de las competencias en el área laboral en que cada persona se desarrolla. Por lo que el trabajo siempre ha constituido un elemento importante en la consolidación de la identidad de las personas, en sentirse activos, productivos, motivados, y contribuyendo con todos esos elementos a una mejor autoestima y un sentido de propósito personal.
Pero, así como el trabajo es un potenciador personal, puede convertirse en un causante o agravante de problemas de salud mental en las personas, hecho que se ve impactado por ciertas condiciones, las que pueden ser:
1) Condiciones del entorno laboral, cuando estas son consideradas desfavorables, como por ejemplo, el no disponer de recursos materiales para poder realizar su trabajo, los horarios de trabajo prolongados o poco flexibles, la intimidación y el acoso psicológicos, entre otros, causas bien conocidas de estrés laboral y otros problemas conexos de salud mental.
2) Un clima organizacional negativo que influye en la salud física y mental de los trabajadores, ya que impacta la adaptación al medio laboral, alta rotación, ausentismo y baja productividad.
3) La falta de satisfacción laboral también influye en el desempeño laboral, ya que los trabajadores se sienten desmotivados.
4) Desgaste profesional, también conocido como “síndrome de burnout”, los trabajadores se sienten cansados física y mentalmente, también puede conllevar al desarrollo de ansiedad y depresión.
SIGNOS DE ALERTA
Retomando esta realidad y los impactos en la salud mental, es importante conocer algunas de las manifestaciones que pueden indicarnos problemas en nuestra salud mental:
Cambios en la personalidad como presencia de tristeza, ansiedad, ira, hostilidad, expresiones de desvalorización o desesperanza en la vida.
Cambios de conducta identificados en el deterioro de la calidad del trabajo, poco rendimiento, ausencias o retrasos repetidos y frecuentes conflictos interpersonales entre compañeros de trabajo.
Cambios físicos notorios en el aspecto físico y del autocuidado, como aumento de peso, fatiga excesiva, alteraciones del sueño, indicadores físicos de adicciones, etc.
Otros cambios importantes y que otros identifican en el desempeño pueden ser, las quejas de usuarios y/o compañeros, errores constantes por falta de concentración, ausencias no justificadas, expresiones de preocupación por parte de compañeros y/o supervisores, entre otros.
Tomando en cuenta el impacto de la vida laboral en la salud mental individual, es importante tomar acciones prácticas a nivel organizacional que puedan a sus trabajadores a mejorar su salud mental. Algunas de ellas son:
- Equilibrar la carga de trabajo.
- Procurar la moderación entre el trabajo y la vida familiar.
- Práctica diaria de acciones de autocuidado.
- Cuidado de la salud física.
- Promoción de un estilo de vida saludable a nivel físico, alimentario, cognitivo, social y espiritual.
- Distribución adecuada de la carga de trabajo.
- Diversificación de tareas
- Garantizar el tiempo de descanso, respetando los horarios de trabajo y de descanso.
