Ahora es cuando mamá, ahora es cuando
Por: Ada Montano*
Probablemente teníamos bastante tiempo de no pasar juntos como familia; ahora, un virus llegó y nos cambió la agenda; nos obligó a estar todos en casa. No hubo actos dedicados a las madres en las escuelas, los trabajitos hechos para la ocasión en las escuelas no llegaron o no fueron una sorpresa.
La comida preparada para sorprendernos, sin duda llevó el ingenio de nuestros hijos para arreglárselas con lo que había en casa. Tampoco pudimos ir a visitar a la abuela para darle su abrazo bien merecido, y algunas familias que cuentan con la posibilidad de la tecnología se encontraron a través de una pantalla o un teléfono.
Este año ha sido diferente, pero, a pesar de ello, en medio de una pandemia nadie dejó de celebrar esa fecha tan importante dedicada a reconocer aquella persona responsable de habernos dado la vida.
Casi cumplimos dos meses de encontrarnos en una situación nunca vivida y hemos pasado por todo tipo de sentimientos como incertidumbre, temor, ansiedad, enojo, contradicciones, hasta llegar a la fatiga, pero no es cualquier fatiga, porque no es solo un cansancio físico que se termina con dormir, es una fatiga emocional.
Pero en medio de ese sube y baja de emociones, seguimos siendo vistas como el pilar de la casa, ¡pero ojo! aunque nos sintamos la Mujer Maravilla, esa heroína de la televisión; no lo somos.
Quizás sea el momento de hacer algunos cambios en casa después de todo, una crisis también puede traer una oportunidad escondida y si nos ponemos listas, con mucha sutileza podemos ir enseñando y aprendiendo nuevas formas de convivencia en casa.
Podemos empezar con la distribución de las tareas, esas que tradicionalmente, hemos hecho nosotras; con mucha sutileza, comienza a delegarlas; no olvides que el cambio de prácticas incluye a todos los miembros de la familia, incluso papá o el abuelo.
Juguemos a compartir tareas, lavar platos, doblar ropa, ayudar a reparar pequeñas cosas en casa. ¡¡Que se yo¡¡ a ti se te ocurrirán cosas mejores.
Podemos establecer horarios para cada cosa; no debemos permitir que el día se vuelva noche y la noche sea de diversión frente a la televisión o con videos juegos. Lo más bonito de esto es que incluye los tiempos de comida…imagínate todos sentados en la mesa compartiendo la comida.
Hay una cosa que debemos de tomar como prioridad: nuestra propia salud mental; tomemos tiempo de descanso, cuando la incertidumbre nos invada, los psicólogos dicen que tenemos que respirar “profunda y lentamente”, para ello hazte a un ladito y hazlo. También puedes llorar si sientes que lo necesitas; es necesario para continuar un día a la vez.
Yo sé que cada familia es distinta, tomate el tiempo de pensar en las acciones que te gustaría cambiar, y que te ayudaran a mejorar tu entorno familiar.
“Ahora es cuando Mamá, ahora es cuando”
* Directora ejecutiva de la Fundación pro Educación de El Salvador