Ser padre en nuevos tiempos
Por Ricardo Mejía*
Papá es el primer maestro, es el que enseña a montar una bicicleta, jugar pelota, cocinar y hasta bailar, pero también ayuda en la disciplina positiva.
El rol paterno, al igual que el materno, es fundamental para el buen funcionamiento de un sistema familiar y para el bienestar de todos sus miembros.
La paternidad es una de las tareas más importantes y retadoras para todo ser humano y por supuesto la más gratificante, es una oportunidad para crear relaciones cercanas y de verdadera confianza con los hijos, un abordaje adecuado contribuye al desarrollo emocional y social de los futuros adultos.
Dadas las circunstancias de la vida moderna, y en especial en ese momento tan retador por la crisis de salud mundial que nos afecta producto de la pandemia por COVID-19, los padres deben atender algunos desafíos como:
1. El manejo del tiempo
El equilibrio trabajo-familia es una de las mayores dificultades que presentan los padres.
Muchos se quejan de la falta de tiempo para estar con sus hijos, frente a esa dicotomía, surte buen efecto tener siempre presente esta idea: “se trabaja por ellos y para ellos, para no perderles en el camino”. De esta manera, la prioridad vuelve a ser la familia y el sentido del trabajo cobra el lugar que es.
2. El uso de la tecnología
Los hijos han nacido en una sociedad tecnológica y de abundante información. Viven en ella y tendrán que desarrollarse como ciudadanos.
El reto es que gocen de forma segura y acompañarlos en su uso responsable.
3. Procurar ser padre ejemplo
El papá es el primer referente masculino que tienen los hijos, y su función varía en relación al hijo y a la hija.
Para las hijas, se considera que el padre es el hombre más importante de sus vidas, sus interacciones las preparan para relacionarse con esa figura, a su vez es determinante en la transmisión del concepto de masculinidad a los hijos. Es él quien emite el modelo principal de imitación y según se le observe, el hijo adoptará la mayoría de sus conductas.
De ahí, que el buen o mal ejemplo de los padres sea tan determinante. Su gran influencia en la transmisión de normas y valores, lo convierten en una de las claves de la formación de los hijos.
4. Practicar disciplina positiva
La paciencia del padre muchas veces no es infinita, es todo un reto disciplinar positivamente a los hijos e hijas, y hacerlo de manera correcta y constante.
Actualmente, por la pandemia, hay más ansiedad y preocupación, es posible que tanto hijos e hijas no tengan palabras para describir lo que sienten. Sus conductas pueden ser anormales para exteriorizar su estrés, su ansiedad o su miedo, muchas de esas actitudes están vinculadas con la ausencia de la relación física con sus pares, amistades, compañeros y otros familiares.
Papá debe asumir también el reto de convertirse en una autoridad positiva y hacer las correcciones pertinentes para la formación de sus hijos e hijas, sin acudir a la violencia. También ayudar a sus hijos a manejar sus emociones y conductas.
A todos los papás, este es el mejor momento para hacer de nuestros hijos e hijas grandes hombres y mujeres ¡aprovéchalo!
* Técnico educador de la Fundación pro Educación de El Salvador.