En los últimos años, la importancia de cuidar nuestra salud mental ha cobrado mayor relevancia, especialmente luego de las emergencias sanitarias a nivel mundial.  Este contexto de crisis ha afectado en mayor medida a grupos vulnerables, como la población femenina y personas más jóvenes, según los resultados de la investigación Salud mental de los salvadoreños y factores asociados presentada por Funpres en 2022. Por tanto, se vuelve necesario brindar atención e idear estrategias de prevención.  

En el caso de los grupos poblacionales de la niñez y adolescencia, los trastornos del ánimo son las principales afectaciones en su salud mental, siento de entre ellos la depresión la que tiene mayor relevancia por sus posibles consecuencias mortales.

La depresión es definida por la Asociación de Psiquiatría Americana como un estado de ánimo, una emoción generalizada que persiste, y que colorea la percepción del mundo de manera triste o desanimada.

En niños, niñas y adolescentes, los síntomas de depresión pueden manifestarse más habitualmente como quejas somáticas, por ejemplo: dolores de cabeza, dolores musculares, cansancio generalizado, irritabilidad, aislamiento social, sueño excesivo durante el día, desinterés por la mayoría de actividades que realiza, falta de apetito o comer en exceso y así como déficit de atención.

Es importante aclarar que esta serie de síntomas o la combinación de varios, también pueden relacionarse con otros trastornos de ánimo como la ansiedad o distimia, por lo que se recomienda buscar la evaluación de un especialista en psicología clínica.   

En consecuencia a lo anterior, los familiares, tutores o cuidadores, miembros de la comunidad educativa o profesionales de la salud deben tener presente esta serie de alertas para poder establecer estrategias de intervención y prevención del trastorno.

En ese sentido, se debe observar tanto la presencia del síntoma o síntomas, como la frecuencia e intensidad con la que puede estarse presentando, ya que, a mayor intensidad de síntomas por un tiempo prolongado, se vuelve de mayor preocupación sobre el estado de salud mental de dicha población.

La variabilidad del trastorno dependerá de las características individuales y ambientales del niño, niña o adolescente, así como en la etapa de desarrollo en la que se encuentre.

Por otro lado, la observación también debe ir acompañada de preguntas de rutina sobre el estado de ánimo, una comunicación frecuente que permita identificar oportunamente variaciones o síntomas.

Además es importante el apoyo y acompañamiento del profesional en salud  mental para lograr una detección en atención primaria adecuada, que evalúe el seguimiento rutinario de dichas conductas, lograr el diagnóstico exacto y establecer terapias tempranas o el tratamiento para mejorar el desarrollo socioemocional a corto y largo plazo.

Recordemos que al no mediar a tiempo un diagnóstico y un tratamiento, estas situaciones perdurarán e incrementarán su sintomatología a lo largo de la vida adulta, provocando dificultades personales, familiares e incluso laborales.

Para recibir información sobre terapia psicológica para niños, niñas y adolescentes, le invitamos a ponerse en contacto con nuestro Centro de Evaluación y Atención Psicológica (CEAP) al teléfono: 7787-3693.

Referencias bibliográficas

Asociación de Psiquiatría Americana [APA]. (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales IV-TR. Masson.

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Mena, F., Molina, C., y Castillo, Y. (2022). Salud mental de los salvadoreños y factores asociados. Fundación Pro Educación de El Salvador. http://bit.ly/3G54QWC

Méndez, X., Olivares, J. y Ros, C. (2001). Estado de ánimo depresivo. Características clínicas y tratamiento de la depresión en la infancia y adolescencia. En J. Luca (Ed.), Manual de Psicología Clínica Infantil y del Adolescente: trastornos generales (139-185). Ediciones Pirámide. https://bit.ly/3xgPg7s

Paniagua, H., y García, S.  (2003). Signos de alerta de trastornos alimentarios, depresivos, del aprendizaje y conductas violentas entre adolescentes de Cantabria. Revista Española de Salud Pública, 77(3), 411-422. https://bit.ly/3wovd5v

Papalia, D., Feldman, R. y Martorell, G. (2012). Desarrollo Humano (20ª ed.). McGraw-Hill.

Tochoy, P., y Chaskel, R. (2020). Depresión en niños y adolescentes. CCAP, 15(1), 30-38. https://bit.ly/39LwcVY

Katherine Chicas.

Señales de alerta para identificar conductas depresivas en niñez y adolescencia
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